Trucos para comer bien en la oficina
De las cuatro comidas básicas que una persona debe hacer al día, al menos dos se toman en la oficina. Por ello, es importante no descuidar lo que comemos en el trabajo.
Hoy es posible tomar comidas sanas para no desequilibrar la dieta, afectar la salud o el rendimiento, aún en el trabajo.
En casi todas las oficinas hay un espacio en donde se puede comer, con microondas y nevera, entre otras cosas. Llevar comida casera y consumirla allí mismo no es difícil, si se tienen en cuenta estos sencillos trucos.
Trucos para comer bien en el trabajo
1) La organización previa es la clave para que a lo largo de la semana se tenga comida sana y rica a la mano para llevar a la oficina. Tomarse un día de la semana para planear, hacer las compras, cocinar y congelar las porciones, es siempre una buena actuación.
2) Cocinar una porción extra en la cena y reservar para llevarla al día siguiente.
3) Levantarse 15 minutos más temprano para preparar rápidamente una comida casera y rápida. Por ejemplo, ensaladas, legumbres cocidas con anterioridad y una porción de carne, pollo o pescado a la plancha.
4) Los aliños para las ensaladas llevarlos ya mezclados en un recipiente aparte y usarlos en el momento de comer.
5) Si no es posible desayunar en casa, preparar en un recipiente una mezcla de frutos secos, cereal y pasas para ir comiendo de camino a la oficina y no llegar con el estómago vacío.
6) Evitar las harinas refinadas y los bocadillos industriales. Tener en el refrigerador de la oficina, yogur, leche descremada, fruta y bizcochos o galletas caseras para consumir adicionalmente.
7) En el escritorio no debe faltar una botella de agua. Mantenerse hidratado es esencial para una buena concentración en el trabajo y evitar confundir sed con hambre.
8) Evitar el consumo excesivo de café. Al menos, una vez durante el día tomar una taza de alguna otra infusión, como té verde o jugos de fruta.
9) En el mercado existen infinidad de recipientes herméticos para llevar comida fresca al trabajo. Asegurarse de tener varios de ellos en casa, que sean aptos para refrigerar o calentar en el microondas.
Ya no hay excusa para comer bien en la oficina. Ser previsores y preparar con antelación comidas sanas en casa, nos ahorra tiempo y dinero. Además, la comida casera nos aportan energía de calidad para trabajar mejor y más livianos. Pon en práctica estos trucos y verás la diferencia.